Es una obra en la que todo sucede ahí nomás, a unos pasos. Tiene ese tono íntimo que ya es marca registrada de la directora, Verónica Mc Loughlin, pero llevado a un registro entre los actores que tiene algo más. Ahí nomás, decía, sucede todo. Porque hay algo entre esos tres actores, que se ve, que se vive; durante un rato uno ve algo que no puede describir, algo denso que pasa frente a nosotros. La obra tiene al mismo tiempo un registro humorístico y siniestro, que hace de la experiencia algo único en nuestro teatro autóctono. Es una obra sin pretensiones de fasto, que consigue con creces lo que se propone. Insisto, para volver a ver.
Pablo DeFazio
No hay comentarios:
Publicar un comentario