ESTA OBRA FUE PRODUCIDA CON EL PREMIO S 2009, EL FONDO NACIONAL DE LAS ARTES Y PROTEATRO

25 de julio de 2011

DIGAMOS QUE ES NUEVO

Que aprendo y estamos aprendiendo algo más.
Que un actor se enferma. Y se enferma la obra.
Y no puede hacerse la función. Una vez. Dos veces.
Y entonces hay que hacer un reemplazo.
Y viene un actor nuevo.
Y con su salud, cura también la obra. Le da nueva sangre, nuevo aire.
Y hace de ella otra obra.

Y me alegra tanto eso...
Con Rodo, La Boticaria era una obra.
Y con Mauricio es otra.
Y me pone tan feliz...
No porque sea mejor, sino justamente porque es distinta.
Porque afirma que un actor no es una lata de sardina que se recambia en el supermercado cuando se acaba el stock. Sino que un actor es único. No hay otro que haga lo mismo. El signo cambia, porque cambia el cuerpo, la voz, el pensamiento, la emoción, la mirada. Y cambian los vínculos entre los actores. Y se resignifican las frases que escribí, y cambia el espacio al cambiar el tamaño.

La Boticaria es toda distinta y la misma a la vez.
Y aprendo mucho.
Que una obra es frágil...
Que hay que cuidarla, tratarla bien y no hacer fuerza...

Después de días duros, de nervios, de incertidumbres...
La Boticaria nace otra vez.
Ahora con Mauricio Minetti, como Raúl.

Bienvenido entonces.

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